Maximiliano Pullaro, como se dijo más de una vez en este espacio, es un opositor temático a Javier Milei. En las últimas semanas, y sobre todo después de las elecciones provinciales del 13 de abril, el gobernador de Santa Fe profundizó la distancia con el Presidente por dos cuestiones que juzga centrales para los intereses de su provincialismo: el mantenimiento de rutas y la hidrovía.
Javier Milei y su obra pública cero
Milei se vanagloria de la obra pública cero, de no encarar obras desde el inicio. Por si fuera poco, el gobierno nacional ni siquiera le presta atención al mantenimiento de lo construido. En el caso que le interesa al radical, de las rutas nacionales que atraviesan la provincia.
El gobierno de Pullaro maneja un informe que sostiene que la Casa Rosada, históricamente, le destinó el 2,8 por ciento del presupuesto anual al mantenimiento de la red vial. Por ejemplo, Néstor Kirchner le dio un 2,6%; Cristina Fernández, el 2,8%; Mauricio Macri, el 2,1%; y Alberto Fernández, el 2 por ciento. Milei, por su parte, sólo lleva un 0,5 por ciento de sostenimiento a rutas y caminos ya construidos. Es tal el deterioro, que la gestión que suceda a Milei va a tener que invertir unos 8 puntos del presupuesto para equiparar el abandono, según una estimación del gobierno santafesino.
Las rutas 11, 34, A012 y las autopistas Rosario – Córdoba y Rosario – Buenos Aires son una prueba cabal de ello. Banquinas con un metro de yuyos y asfalto con pozos por doquier. El escenario es similar en todos los tramos. “Ya me los conozco de memoria, son cráteres”, se sincera un funcionario al que le toca viajar seguido a la Capital Federal.
Rutas, nuevo reclamo de Maximiliano Pullaro ante la Nación
Pullaro, pero especialmente su ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, formuló una batería de reclamos. Le llevó propuestas de mantenimiento al ministro de Economía, Toto Caputo, y hasta le ofreció hacerse cargo de ciertos tramos, sobre todo los que rodean al anillo agroexportador, pero siempre la respuesta de la Nación fue lenta o disuasiva.
Por ese motivo, ahora Pullaro se carga al hombro el reclamo. En su entorno aseguran que es no es parte de una estrategia de oposición más feroz hacia Milei. Sí conceden que hay un objetivo de poner “más énfasis” en la demanda. “Milei se está comiendo el activo vial, estamos caminando sin darnos cuenta al precipicio, es dramático”, confía un allegado al gobernador.
La hidrovía Paraguay-Paraná es el otro tema que preocupa a Pullaro en su vínculo con Milei. Santa Fe entiende que no hay avances en el plan del gobierno nacional de incorporar a las provincias en el proceso licitatorio. Además, la queja es que la Casa Rosada se enfoca demasiado en el peaje de las embarcaciones y no en el calado, alcanzando una mayor profundidad y volumen que permita una mayor circulación y operatoria.
La hidrovía, estratégica para Santa Fe
Pullaro delegó el tema en su ministro de Producción, Gustavo Puccini, quien se reunió con Caputo y autorizó detrás suyo el aval de entidades y el Círculo Rojo local, pero los resultados fueron nulos. La Casa Rosada hizo la suya y, de no mediar imprevistos, seguirá en la misma ruta.
Mientras Milei siga jugando de esta manera, Pullaro acentuará más su participación santafesina. Nada de disputarle algo en el plano nacional. En todo caso, fortalecerá el vínculo con gobernadores, en el marco de la Región Centro, la Región Litoral o de manera particular.
Emerge una movida incipiente de mandatarios que se alían y le mandan mensajes al poder central. Con pragmatismo, sin apuro, pero con la intención de dar una disputa de modelo político y económico. Por el momento, es sólo narrativa. Se verá más adelante. Pullaro quiere ser protagonista de ese proceso, mostrar la potencia del interior. Tiene previsto, en ese marco, una reunión con el presidente de Paraguay, Santiago Peña, para hablar de río y caminos. No hay límites entre la provincia y el país, pero hay un interés por trabajar en conjunto.