El incidente se dio mientras el chico estaba jugando un partido de fútbol en su club.
Una trágica noticia conmociona a la comunidad de Tupungato, Mendoza, donde un niño de 11 años perdió la vida el pasado viernes tras recibir una descarga eléctrica mientras jugaba al fútbol en el Club Social y Deportivo Tupungato. El menor, en un intento por recuperar una pelota que había caído al techo de una vivienda lindera, tocó un cable con corriente que le provocó una descarga fatal. El hecho generó profundo dolor entre familiares, amigos y vecinos, y las autoridades ya investigan las circunstancias del accidente para determinar responsabilidades. El hecho se dio en Mendoza, donde un niño de 11 años falleció electrocutado el viernes por la tarde mientras jugaba al fútbol en el Club Social y Deportivo Tupungato. El hecho ocurrió alrededor de las 18:20 horas en las instalaciones del club, ubicado sobre calle Las Heras. Según relataron sus familiares, el menor intentó recuperar una pelota que había caído sobre una de las viviendas dentro del predio y, al subir al techo, tocó un cable con corriente que le provocó una fuerte descarga eléctrica. El niño, que conocía bien el lugar, ya que vivía allí junto a su familia (su padre es sereno del club), quedó inconsciente de inmediato tras el impacto. Cómo falleció y qué medidas se tomaron En un intento desesperado por salvarle la vida, sus familiares lo trasladaron en vehículo hasta el Hospital General Las Heras, el centro asistencial más cercano, al mismo tiempo que alertaban al sistema de emergencias 911. Sin embargo, al llegar al hospital, los médicos constataron que el niño ya no tenía signos vitales e ingresó fallecido a la guardia. El diagnóstico médico confirmó que murió como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio provocado por la electrocución, en línea con la reconstrucción inicial del hecho aportada por sus allegados. La Fiscalía del Valle de Uco investiga el caso para determinar cómo se produjo el acceso al cable y si hubo negligencia en las instalaciones.
Mientras los discursos oficiales hablan de seguridad y compromiso, efectivos policiales deben hacer dedo en la ruta para llegar a sus guardias. Mal pagos, sin viáticos ni transporte, son víctimas de un sistema que exige todo y no garantiza nada.
El arzobispo Ángel Sixto Rossi, de Córdoba, contó que dialogó con el sumo pontífice y él mismo le expresó su deseo de venir al país.
La menor fue derivada desde el Samco de Avellaneda. Según informaron desde el hospital, no está en riesgo de vida, pero sus padres estaban bajo los efectos de drogas.
La visita del nuevo papa no formaba parte de la agenda oficial del Vaticano y fue tomada como un gesto de respeto hacía Francisco I.