El gobierno tomó deuda, barajó, salió del cepo y dio de nuevo, pero ¿le alcanza? Andrés Asiain, economista del CESO, dice que el préstamo del FMI es geopolítico, que al organismo "le sale gratis" y que nada marcha acorde al plan.
"Primero, la pone el FMI y cobran los bancos privados que habían comprado bonos, ahí ya se aseguran que los bancos cobren. Después, el sistema bimonetario argentino hace que nos presten plata y con esa plata se financie la fuga de capitales. Caputo aguanta el dólar y se la fugan grupos locales, extranjeros, la llevan al exterior. ¿Adónde la llevan? A bancos norteamericanos. Les sale gratis". Luego del salvataje de u$s 20.000 millones para la Argentina aportados por el organismo internacional, el economista y director del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) Andrés Asiain introduce tres nuevas categorías para pensarlo. La primera, que el desembolso, al FMI, le sale "gratis". La segunda, que se trata de un préstamo "geopolítico". La tercera, que no era parte del plan. "Lo que estamos viendo es que el peso del FMI como acreedor sigue incrementándose y el endeudamiento empieza a tomar un matiz más geopolítico, de dominación económica—detalla en diálogo con Canal Abierto—. Es decir, te doy la plata prestada y vos la metés en mi banco, me sale gratis y te tengo endeudado. Y te domino en una Latinoamérica donde mayormente hay gobiernos que no responden a Estados Unidos, en el marco de un conflicto con China. La deuda es una herramienta de dominación". Luego agrega: "La dependencia ahora es total porque el régimen económico se basa en que lo financie los EEUU, porque todo este esquema económico se agotó, lo acaban de salvar. Argentina con sus propios recursos no podía sostener esta economía: se le devaluaba el dólar y no tenía cómo sostenerlo, tenía que venir el ajuste. Vino el FMI, le puso la plata y viene el secretario del Tesoro (Scott Bessent) y dice: ‘Si necesitan más, le vamos a dar más, porque vamos a sostener a Milei, a Argentina, porque son nuestros aliados en la región. El mensaje del secretario de Tesoro es para los mercados". Pero ese "sostener", ¿implica seguir bajando la inflación? Para Asiain, la respuesta es abierta, porque nada está saliendo según lo planeado. "Claramente, el plan económico inicial se agotó. Era un ancla cambiaría firme, la inflación tenía que bajar al 0%. Ahí se abría el cepo porque ya había estabilidad cambiaria, e iban a venir inversiones porque se había logrado un esquema de precios relativos estable porque ya no había inflación. Ese programa inicial, que se había anunciado, se quedó a mitad de camino", detalla. Luego reflexiona: "Creo que hay una renuncia a continuar el proceso de baja de la inflación. Este esquema cambiario es inestable, la Argentina nunca tuvo algo así. Una banda de un 40% de variación del dólar, en un país donde sube el dólar y suben los precios, ¿qué va a pasar si, por ejemplo, sube un 10% el dólar y después baja un 10%? Los precios son fáciles de subir, no tanto de bajar". Y, si bien a un sector medio-alto "el dólar barato le cierra por su perfil de gastos", estatales, jubilados e informales "van a seguir ajustados", vaticina. "El triunfo total sería que logren que los argentinos no piensen tanto en dólares, los precios no estén tan atados al dólar, el dólar se pueda mover y fluctuar mucho y no pase nada. No lo creo", sentencia. La gran pregunta, sin embargo, es si con el plan recauchutado les alcanza para llegar con cierta estabilidad a las elecciones. "Yo creo que les alcanza, lo que no veo es que tengo una sustentabilidad, no te digo ni siquiera a largo plazo, a mediano plazo. El dólar está muy barato, las cuentas externas no cierra —considera Asiain—. Uno dice: ‘Es Caputo, ese que se fumó toda la plata del FMI en sostener el dólar en la época de Macri. ¿Por qué va a ser algo distinto? Son las mismas gentes, está el mismo FMI, está Sturzenegger, están los mismos de siempre y van a hacer lo mismo de siempre". *Entrevista de Gladys Stagno – Publicada en Canal Abierto
Los cambios en el Gabinete son una moneda constante en la administración, que suprime áreas u ordena las piezas para cubrir las vacantes.
El gobernador inauguró el período legislativo con cifras, promesas y reformas, pero evitó mencionar la situación de los trabajadores policiales. Un discurso sin autocríticas, con marketing de gestión, pero sin alma gremial.
Este año, el gobierno nacional licitará casi 10.000 kilómetros de rutas y caminos en todo el país, solo para encontrar alguien que garantice su mantenimiento básico.