Lisandro Josemir Bajú -de 14
años de edad- hace 2 años y medio que está militando en las inferiores del Club
atlético River Plate de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Nació en la ciudad santafesina de Las Toscas, ubicada en el norte del Departamento
General Obligado. Su inicio futbolístico
fue con la camiseta del Tiro Federal Argentino de dicha ciudad y luego continuó
en el equipo de Banfield Kids. Estando en dicha institución, participaron de un
torneo interprovincial de fútbol infantil en la ciudad de Calchaquí, llegando a
la final y ganando la competencia.
Cuando finalizó la misma, vio
a su madre que lo acompañaba que estaba llorando. Le preguntó que le pasaba? Ella lo abrazó
fuerte y le dijo:
-Hay un señor de River que
estaba mirando los partidos y me dijo que le interesa mucho que vayas a probar
en Buenos Aires, aquí está el teléfono, la semana que viene tenemos que llamar.
Así fue que llamamos,
coordinamos fecha, fuimos con mi papá, me probaron, estuve una semana, volvimos
y a los pocos días, le llamaron a mi viejo, diciéndole que había a probado, si
estábamos decidido teníamos que viajar e incorporarme a las inferiores del Club.
“Fue así que viajamos con
papá, me incorporé a la prenovena, acababa de cumplir 12 años, y el técnico
siempre respetó el puesto donde yo me sentía más cómodo -marcador de punta por
la izquierda- juego de número 3 y mi
gran ídolo es Milton Casco, siempre admiré su fuerza, su velocidad, su visión
para desempeñarse dentro de la cancha, lo considero el mejor marcador de punta
de la Argentina; además en River hay muchos referentes e ídolos de todos los
tiempos”.
“De la prenovena, pasé a la
novena, ahora estoy en la octava y me va muy bien, en la semifinales del año
pasado, tuve la suerte de pegarle una bolea de media distancia, jugando contra
Boca Juniors y la pelota ingresó en el ángulo. En ese momento, me pareció una jugada más de
la habituales en un encuentro de fútbol, pero cuando terminó el primer tiempo y
todos mis compañeros me felicitaban por el gol
me comencé a emocionar, y mucho más, cuando en un entrenamiento saludé a
Gallardo, me miró y me dijo: ¡Qué golazo que hiciste pibe!. Esa noche no
pude dormir de la emoción, por mi cabeza pasaban un montón de cosas, pero bueno
la vida continúa y seguimos entrenando todos los días, para aprender y mejorar”.
“En la pensión del club somos
algo más de 60 chicos que va de 8 a 17 años. Yo comparto la habitación con 2 compañeros de
mi categoría: el número 10 que es el capitán del equipo y el número uno -el
arquero- ambos son de la provincia de Buenos Aires”.
“Pero hay chicos de todo el
país; allí entrenamos durante la mañana, a la tarde cursamos los estudios -en
mi caso- voy a segundo año de la secundaria y me va bien, porque me exijo para
poder aprobar todas las meterías, pero además, tenemos charlas diarias con el
psicólogo del Club, que nos aconseja, nos enseña, ya que hay chicos que son de
lugares muy distantes y únicamente pueden viajar a sus lugares de origen en
fechas especiales, como el día del padre, el día de la madre, semana santa”.
“En cambio los que vivimos en
la zona de Buenos Aires, salimos todos los sábados a la tarde después del
partido y regresamos los domingos a la noche.” “Yo tengo la suerte que mi
familia siempre me acompañó, los primeros 6 meses estuve con mi papá solamente,
luego ya vinieron mi mamá y mi hermanita de 10 años. Ahora estamos todos juntos, ellos trabajan,
están siempre conmigo, yo a ellos les debo todo y no le voy a fallar, también
agradezco a mi abuelo Celso que siempre me acompañó, en la final del año pasado
estuvimos jugando, en un momento levanto mi cabeza, miro a la tribuna y veo a
mi abuelo…¡No sabés la emoción que eso me produjo! Amo a mi familia y le estaré
eternamente agradecido”.
EN LAS
TOSCAS AHORA POR LA CUARENTENA
Ahora hace un mes que estoy
aquí en Las Toscas, desde que decretaron la cuarentena, estábamos concentrados,
teníamos que jugar el sábado a la tarde, se suspendieron todos los eventos
deportivos y nos mandaron a cada uno a su domicilio.
Ahora entreno todos los días,
pero como el espacio es pequeño, hago trabajo de fuerza nada más, necesito un
espacio más grande para hacer táctica y entrenamiento aeróbico, de todas
maneras, tenemos contacto a través de WhatsApp, con el técnico de nuestra división que es Jorge “Tapón”
Gordillo, una excelente persona, quien fuera un señor jugador. Nos enseña mucho cómo debe ser un jugador dentro y fuera de la
cancha, nos facilita todas las herramientas para que seamos por sobre todas las
cosas, “buenas personas” y si salimos buenos jugadores, es mucho mejor, nos
dice él’.
“Yo tengo muchos sueños,
quiero algún día jugar en primera, ir creciendo como jugador en mi puesto y
jugar en la selección, en fin, sueños
como creo, deben soñar todos los chicos, adolescentes, los jóvenes. Hasta ahora, gracias a Dios se vienen
cumpliendo todos mis metas, mis objetivos, tengo que ir paso a paso; escalón
por escalón y a los chicos y jóvenes que están escuchando, les digo que sigan
soñando, que aspiren a crecer con esfuerzo, con sacrificios, de otra forma no
se logra nada”
“Lo demás; Dios dirá”
Finalizó diciendo Lisandro
Bajú en una entrevista radial concedida
a una FM de Las Toscas en la tarde del martes 14 de abril de 2.020.
Fuente: Antonio Ávalos.