Con el anuncio de la empresa Celulosa Argentina, una de las mayores productoras de papel del país, que no podrá cumplir con sus compromisos financieros del mes de mayo, ya son cinco las empresas que en lo que va de 2025 han anunciado dificultades para pagar sus deudas y que buscarán una reestructuración de sus pasivos.
A las dificultades de Los Grobo, Agrofina, Red Surcos y Grupo Albanesi, se les suma ahora el default de Celulosa Argentina, que enfrentará vencimientos de sus Obligaciones Negociables (ON) y cheques de pago diferido en mayo. Las razones de esta situación se vincula con varios factores estructurales y financieros que afectaron a la empresa, según explicó en un comunicado.
Según los informes presentados, los problemas de Celulosa Argentina se deben a:
Caída en ventas internas: La empresa experimentó una baja superior al 30% en el mercado doméstico, con una recuperación aún frágil.
Aumento de costos: Apreciación del peso argentino, que provocó un aumento "sustancial" de costos en dólares, que también reduce el margen en la exportación.
Altos costos de financiamiento: un costo del capital medido en dólares que ronda entre el 35% y el 45% (contracara del "carry trade") que financió el estiramiento de los plazos de pago (provocando un incremento del capital de trabajo de manera relevante).
Incertidumbre financiera: La percepción de riesgo sistémico, generada por el default de otras compañías que desencadena un efecto arrastre y la incertidumbre sobre los acuerdos con el FMI, aumentó la presión sobre la empresa.
“La mayoría de los acreedores de corto plazo aceleraron el reclamo de sus posiciones, generando una presión adicional sobre la caja y la estructura financiera de la compañía”, indicó Celulosa Argentina en su comunicado enviado a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
Recientemente, la compañía contrató a una consultora para que evaluará los pasos a seguir: si reestructurar deuda o incorporar algún socio que inyectará capital para mejorar su liquidez. La decisión que tomaron fue entrar en default.
El default de Celulosa se suma a una serie de dificultades que han enfrentado otras grandes empresas, especialmente en el sector agropecuario. Los Grobo y Agrofina, dos gigantes del agro, fueron las primeras en informar sobre su incapacidad para cumplir con sus vencimientos a principios de este año, con un total de US$ 21,4 millones en deuda no pagada. Por su parte, la empresa Red Surcos SA, dedicada a la producción de agroinsumos, también notificó su incumplimiento de pagos debido a un embargo de bienes y cuentas bancarias, lo que le impidió afrontar sus compromisos financieros.
El impacto de esta crisis financiera en el sector productivo
El hecho de que varias empresas clave, tanto del sector agroindustrial como de la producción de bienes elaborados, se encuentren en situación de default resalta las crecientes dificultades financieras que enfrentan muchas firmas argentinas. En el caso de Grupo Albanesi, que controla Generación Mediterránea y Central Térmica Roca, también se informó de la imposibilidad de abonar un vencimiento de US$ 19,5 millones en intereses por sus ON. La empresa, vinculada al sector energético, enfrenta además un contexto de deuda con Cammesa, que le adeuda US$ 1.200 millones. El hecho de que varias de estas empresas están redefiniendo sus estructuras financieras refleja la fragilidad que atraviesa el sistema productivo.
¿Qué sigue para las empresas en default?
Las compañías, como Celulosa Argentina, Los Grobo y las demás afectadas, ya se encuentran en negociación con los acreedores para reestructurar sus deudas. En este marco, es clave que las empresas logren acuerdos que les permitan mantener la operación y evitar mayores afectaciones a sus actividades productivas. El sector agroindustrial y el industrial en general enfrenta un desafío crítico: la recuperación debe ser acompañada de políticas que estabilicen los costos financieros y fomenten la competitividad y redefinan la dimensión financiera para concentrarse en el perfil productivo para evitar una ola de arrastre dónde más empresas vinculadas a la cadena de producción entren en situación de tensión.