EN
FLORENCIO VARELA (PROVINCIA DE BUENOS AIRES)
A fines de abril se realizó
la ceremonia religiosa del regreso. Inmediatamente empezó a atender. Poco más
de un año y medio después de que mudara sus actividades a Villa Guillermina
-Santa Fe- el Hermano Pascual volvió a atender en Florencio Varela y el lugar
elegido explotó de seguidores.
El misterioso sanador guillerminense
no regresó a su reconocido “Campito”, aquel lugar cerrado en el corazón del
paraje La Colonia -plena zona rural de Florencio Varela- utilizado por varios
años. Ahora, está más cerca. En el ingreso a lo que se conoce como “El Alpino”,
a medio camino del otro lugar.
Las razones se desconocen,
aunque algunos apuntan a sus dramas conyugales la obligatoria mudanza de
Pascual. Y a sus fieles seguidores no les importa.
El predio fue desbordado por
los seguidores que acamparon toda la noche para atenderse.
Los seguidores de Pascual
Donato Morel -el Hermano Pascual- habían
comenzado a postear en octubre del 2015 que el “sanador” de Varela dejaba de
atender durante un tiempo por problemas personales, algo que después quedó
confirmado a partir de una publicación formal.
Un año después fue visto en
el centro de Florencio Varela y eso alentó el regreso que el propio sanador
desmintió. “Se informa y se confirma la noticia que nuestro querido Pascual,
estará ausente por largo tiempo”, dijo.
El 2015 no fue el mejor año
de Pascual. A los problemas familiares que lo llevaron a mudarse a Villa
Guillermina, se sumó la muerte de su hermana Santa Morel ocurrida por la misma
época. Santa falleció a la edad de 71 años en Villa Ocampo, una localidad
cercana a Villa Guillermina. Sus restos fueron velados en la casa mortuoria
local, sito en calle Belgrano 1269, y sepultada en la necrópolis de esa ciudad
santafecina.
El dato fue confirmado por
una vecina de la zona quien señaló además que “Pascualito’ como se lo conoce
allí permanece en Santa Fe con su hijo y junto al resto de la familia Morel.
Después fue la inundación que dejó al Sanador en medio del agua.
Está rodeado de un aura de
misterio y enigma celestial. Es cuestión de creer o no. Su fama de sanador
rompe con las fronteras terrenales y se ha convertido en un personaje de
profunda devoción popular que trasciende a la Argentina. Es el enigmático
Hermano Pascual, de quien se van a dar detalles hasta ahora nunca revelados.
EL
MISTERIOSO
Se llama Pascual Donato
Morel. Nació el 17 de mayo de 1965 en Villa Guillermina, provincia de Santa Fe,
la cuna de la Forestal, la empresa inglesa que se llevó todo el tanino de los
quebrachales en el Siglo XIX. Profundamente Católico, Pascual supo cursar sus
estudios teológicos en la escuela del Perpetuo Socorro, sobre la avenida
Calchaquí en Quilmes.
Los martes y viernes a la
noche aparecía en las aulas ataviado con su poncho bordó, una compañía
infaltable en su apariencia, igual que su larga barba blanquecina. Allí se
ordenó de Ministro de la Eucaristía y después de Diácono Permanente, un estadío
previo al sacerdocio, pero sin la obligación del celibato.
VA
Y VUELVE
“No te olvides que el camino
es pa’l que viene y pa’l que va”, cantó Alfredo Zitarrosa. El hermano Pascual
lo sabe y lo conoce. Este es el segundo regreso de Villa Guillermina después de
un lapso de tiempo prolongado y misterioso. El anterior ocurrió entre 1994 y
1995, cuando Pascual mudó toda su actividad a un “campito” ubicado en el Paraje
“Colonia Piloto” en Villa Guillermina,
provincia de Santa Fe.
En aquel extraño paraje
rural el hermano fue bautizado como “Pascualito”. Y generó un boom que todavía
resuena en la memoria de los habitantes. Hasta allá llegaban ómnibus de todo el
país. En algún momento Pascualito decidió pedir una donación de dos o tres
ladrillos para los que se iban a atender. Todavía el conductor del colectivo
recuerda con gracia cómo la bodega del vehículo circulaba lleno de ladrillos.
“Más de una vez nos encajamos en el barro por el peso”, dijo.
En esta segunda oportunidad
ocurrió lo mismo, aunque el furor se extinguió un poco más rápido, aquejado por
las inundaciones y la situación penosa en el campo.
Su actividad comercial es un
misterio, sin embargo en la AFIP, Pascual Morel fija la dirección en aquel
paraje santafecino desde 1998. Es monotributista en la categoría E, venta de
cosas muebles. Aunque poco se sabe de aquel lugar, algunos presuponen que es la
tierra en donde nació.
Después de aquel paso por Santa Fe, el Hermano Pascual volvió a Florencio Varela. La enorme cantidad de seguidores hizo que sea prácticamente imposible seguir con sus actividades en la calle Quinquela Martín, frente a las vías del tren, y optó por mudarse al “campito” en la calle 1620 y 1673 del Paraje La Capilla, también de Florencio Varela.
En este segundo regreso
Pascual está más cerca. Un lugar cerrado con un enorme galpón pintado de azul
sobre la calle 1352 a la altura del 1115 en el ingreso al barrio El Alpino y a
pocas cuadras de la Ruta 53. Allí –incluso- un colectivo local te deja en la
puerta.
NOTA
DE LA REDACCIÓN
Para este sábado 13 de mayo
se realizará la Fiesta Patronal de Colonia Piloto en homenaje a la Virgen de
Fátima, a 100 años de su aparición, la
que será recordada con un encuentro de imágenes en el “San Juancito”.
Luego se hará una procesión que arrancará desde El San Juancito
hasta la Capilla ubicada en “Colonia Piloto”, y al medio día se servirá un “locro
solidario” (totalmente gratuito)entre todos los presentes.
Por la tarde se realizan
diversos juegos y entretenimientos, ademas de la actuación de grupos musicales:
Entre ellos Carlitos Zacarias, Los Guillerminenses, Cuarteto San Antonio,
Luciano Zarate, Sonorizado por MR Sonidos.
Se afirma que “Pascualito”
participará del evento y en esos días atendería a los miles y miles de
creyentes y seguidores que tiene en la región, para luego regresar a Florencio
Varela (Provincia de Buenos Aires) donde aparentemente residirá definitivamente
aunque con “Pascualito” nunca se sabe…