Con un gobierno nacional que alienta la desregulación de precios, el retiro del Estado para que todo quede librado al libre juego de oferta y demanda, los resultados mayoritariamente no suelen favorecer a consumidores.

Esta política hace que los incrementos sean aquellos que consideren los productores de alimentos, bienes o servicios sin que existan parámetro cuán desmedidos pueden ser.

En el caso de carne, un reciente informe del Observatorio de Precios del Centro de Economía Popular Argentina (CEPA) señala que desde la llegada de Libertad Avanza a la Casa Rosada, la carne vacuna aumentó más que en todo el período de marzo a noviembre del año pasado. Los precios en mostrador de los distintos cortes de carne vacuna registraron en marzo una suba de 11% en el tercer mes del año 2024 con respecto al mes de febrero, en línea con la inflación general. En términos interanuales, estos cortes incrementaron su precio 272,6% quedando por debajo del aumento general de precios de la economía (287,9%). Sin embargo, en los primeros ocho meses, entre marzo y noviembre, los precios crecieron 92,7%, en tan solo cuatro meses de la actual gestión, los precios escalaron otro 93,3%.

El relevamiento también da cuenta de un hecho que tiene antecedentes, porque "los cortes que más aumentaron, por segundo mes consecutivo, fueron los cortes "económicos" con una suba de 11,9%, seguidamente los cortes "intermedios" que registraron una suba de 11% y finalmente los cortes "caros" con una suba promedio de 10,4%".

Las principales subas se dieron en la carne molida en su versión "común" (16,4%), en el osobuco (13,7%) y en la paleta (13,3%). Estos incrementos pueden relacionarse con el contexto de pérdida de poder adquisitivo de los ingresos.

"El incremento del precio de la carne vacuna se tradujo en una caída del consumo. El consumo per cápita se situó en marzo 2024 en 42,6 kilos por habitante por año, un 18,5% menos que en marzo 2023 (52,4 kg). Esto es a su vez reflejo de la menor capacidad de compra de los salarios, que perdieron 19,2% en el período diciembre-enero-febrero", aportaron.

POCA OFERTA

Durante 2023, producto de la sequía, se enviaron a faena 14,5 millones de cabezas, 1 millón más que las faenadas en 2022, lo que equivale a un incremento del 8% anual.

Superada la etapa de sequía, en el primer trimestre de 2024, se observa en todos los meses un descenso en términos interanuales de los envíos a faena. Esta caída fue profundizada en marzo. Los datos publicados por Senasa de traslados de hacienda a plantas frigoríficas registran que fueron enviados 1.053.811 vacunos a faena, 18,7% menos que en marzo de 2023, en pleno período de seca. Esta disminución resulta mucho más significativa que la de los meses previos (enero -3% y febrero -1%).

Asimismo, la faena vacuna de marzo en números absolutos prácticamente no mostró variaciones respecto a febrero 2024, sin embargo, ajustada por días operativos, el ritmo de faena diaria resulta casi un 5% inferior.