El gobernador de Buenos Aires, que hace algunos días envió 80 patrulleros para trabajar en Rosario, ahora asistirá a la provincia con material tecnológico para seguridad. Maximiliano Pullaro, desorientado y abandonado por Juntos por el Cambio, se refugia en el kirchnerismo que tanto criticó.

En septiembre del año pasado, el ahora gobernador de Santa Fe, criticaba fuertemente a todo el sector del justicialismo a nivel nacional sosteniendo que “cualquier alternativa es mejor que el kirchnerismo” y salía con los tapones de punta pidiendo el voto por Patricia Bullrich y luego por Javier Milei.

Ahora, ya en gestión y con la responsabilidad de evitar que Rosario explote por los aires, no tiene más alternativas que solicitar la limosna de quien quiera dar una mano. Lo primero que hizo fue ir con su “amiga” Patricia Bullrich que inmediatamente montó un mega operativo al que sumó también las fuerzas armadas pero eso no trajo ninguna solución a Rosario y lentamente los efectivos comenzaron a volver a sus hogares, dejando a la ciudad más grande de la provincia en manos de la policía provincial, que desde siempre es parte del problema.

El gobierno de Milei sigue recortando fondos a Santa Fe y el gobernador se encuentra en una difícil situación de intentar apoyarse políticamente en las provincias de su “palo” pero al parecer nadie atiende el teléfono.

Es así como Pullaro se encontró con un “salvador” que es el único que está destinando fondos específicos para la lucha contra el narcotráfico en la provincia: Axel Kicillof. Sí, el kirchnerista. 

El gobernador de Buenos Aires destinó 80 patrulleros para que recorran las violentas calles de la ciudad de Rosario y ahora sumará además material tecnológico aplicado a seguridad y además se generarán operativos conjuntos en la frontera de ambas provincias.

Mediante un comunicado Pullaro agradeció a la provincia de Buenos Aires por el acompañamiento y afirmó que “en Santa Fe y Rosario, por diferentes cuestiones, en los últimos años ha crecido de manera considerable la violencia. Desde hace más de 100 días se tomó la decisión de controlar a los jefes narcos que tenemos en la provincia y que están en cárceles federales, para que desde esos lugares de detención no puedan cometer delitos”.

Por su parte, Kicillof, que le marcó la cancha haciendolo ir al gobernador santafesino a firmar el convenio en Buenos Aires, sostuvo que “este convenio es producto de un trabajo que ya veníamos haciendo. Para los que dicen que los temas de Santa Fe son de Santa Fe, que los temas de Buenos Aires son de Buenos Aires, esto es una cuestión de integración, federal, de solidaridad, de coordinación y es también una cuestión de defensa propia de Buenos Aires. Es darle demasiada ventaja al delito tratarlo como problema local”.

“Este convenio nos va a permitir una mutua y conjunta capacidad de asistencia en formación policial. Lo dijimos en su momento y hoy ya tenemos recursos de la provincia de Buenos Aires actuando en Santa Fe. Ya habíamos dispuesto 80 vehículos de la Policía de la provincia, que con Pullaro acordamos que trabajaran en Rosario para tener presencia policial. Hoy damos un paso más en la colaboración y articulación federal”, finalizó.