PRÓLOGO
Cuando niño, para ir a la farmacia de Don Ferrer, a la
tienda, el hospital o la iglesia, el camino obligado era transitar la hoy
Moreno hasta el hotel, llegando por la actual 25 de Mayo hasta el Ocampo Lawn
Tenis Club (¿se escribe así?) y allí, muchas veces entre pastizales, por el
baldío de las palmeras, que así llamábamos a la olvidada Plaza de las Palmas,
orgullo de los fundadores y que desertara gran admiración a los viajeros, por
su extensión y cuidada belleza. Lo hice por años, acompañado de mis padres,
cuando no tenía edad para andar solo por las calles del poblado. Y lo seguí
haciendo cuando, al iniciar la primaria, me soltaron las cadenas.
Desde ese momento cambié mis derroteros. Cruzaba el campito
frente a casa, jugando entre los escombros y la majestuosa chimenea de lo que
otrora fuera una fábrica plena de pujante actividad, Creo una destilería de
alcohol, me ampliaron al pasar, como si careciera de importancia. Desde las
ruinas tomaba Belgrano, entonces sin nombre, saludando, como era de educación,
al zapatero, don Bogado, quien, sonriente, como correspondía, con una
inclinación de cabeza retribuía el saludo. Y en la esquina siguiente, los días
de calor en el verano, solía estar sentado a la vereda don Rodolfo Gómez, de
Tienda la Argentina. Y al llegar a Conti, entonces la cortada frente a la
escuelita, giraba a la derecha para ingresar a la inolvidable Escuela 470.
Y, a la salida era lo memorable, desde las peleas pactadas
luego del sacrosanto “te espero a la salida”, hasta las enloquecidas carreras
atravesando la plaza de Las Palmas, juntado cascotes para emprenderla a
cascotazo limpio contra los cachos de los cocoteros, como llamábamos a las
palmeras.
Más de una vez, al no alcanzar a esquivar los ladrillos que
caían, terminaba herido, la cabeza sangrante, con el cuero cabelludo con un
corte y el guardapolvo tan ensangrentado como yo. Algún compañero bondadoso me
acompañaba hasta mi casa y corroboraba la historia que yo contaba. Por
supuesto, corte o no corte, me correspondía lavar el guardapolvo que había
vestido impecable en la mañana. El que rompe paga y el que ensucia lava….
Ya de grande, recuerdo el Gran Festival Folklórico
realizado para recaudar fondos para el proyectado Colegio Secundario…
Y así, con el Colegio de la Bienaventurada Virgen Niña (el
Vaticano ha restringido el uso de La Santísima para la Trinidad de Dios Padre,
Hijo y Espíritu Santo), con la Escuela Fiscal 470 y edificios posteriores en la
misma manzana, el mencionado campo de tenis y la edificación del Instituto
Manuel Obligado fue desapareciendo la mítica Plaza de Las Palmas, permaneciendo
tan sólo en la memoria de algunos como un lejano recuerdo, perdido en las
brumas del pasado…ese pasado que añoro, al decir de Gardel y Le Pera, en la
tristeza de su tango Cuesta Abajo:
Si arrastré por este mundo
La vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser
Bajo el ala del sombrero, cuántas veces embozada
Una lágrima asomada yo no pude contener
Si crucé por los caminos
Como un paria que el destino se empeñó en deshacer
Si fui flojo, si fui ciego, solo quiero que comprendas
El valor que representa el coraje de querer
Era para mí la vida entera
Como un sol de primavera, mi esperanza y mi pasión
Sabía que en el mundo no cabía
Toda la humilde alegría de mi pobre corazón
Ahora, cuesta abajo en mi rodada
Las ilusiones pasadas, yo no las puedo arrancar
Sueño con el pasado que añoro
El tiempo viejo que lloro y que nunca volverá
Por seguir tras de su huella
Yo bebí, incansablemente, en mi copa de dolor
Pero nadie comprendía que si todo yo lo daba
Que en cada vuelta dejaba pedazos de corazón
Ahora, triste, en la pendiente
Solitario y ya vencido yo me quiero confesar
Si aquella boca mentía el amor que me ofrecía
Por aquellos ojos brujos, yo habría dado siempre más
Era para mí la vida entera
Como un sol de primavera, mi esperanza y mi pasión
Sabía que en el mundo no cabía
Toda la humilde alegría de mi pobre corazón
Ahora, cuesta abajo en mi rodada
Las ilusiones pasadas, yo no las puedo arrancar
Sueño con el pasado que añoro
El tiempo viejo que lloro y que nunca volverá
Fuente:
Musixmatch
Compositores:
Alfredo Lepera / Carlos Gardel
Letra
de Cuesta abajo © Del Angel Music, Warner/chappell De
Argentina S.a.
Sí, Añoro ese pasado glorioso, como un amor perdido en las
rodadas de la vida y que damos por seguro que ya nunca volverá…
LA
HISTORIA:
Como tantas cosas importantes, la idea nació en alguien que
la historia no registra. Sueños que no tienen patente de propiedad intelectual.
Tal vez en una reunión familiar; o en una mesa de café con amigos; o tal vez en
una caminata, medio social o medio gimnástica. El hecho es que de pensamiento
personal pasó a pensamiento colectivo y, de boca en boca, se convirtió en
inquietud general.
Y el 15 de noviembre de 1953, un importante grupo de
vecinos de la localidad convocan a una asamblea popular, donde se consideró la
de creación de un Colegio Nacional Secundario.
De la conciencia de esta necesidad nació el Instituto
Secundario en nuestro lejano pueblo del norte santafesino, constituyendo un
hecho importante para el desarrollo intelectual de la comunidad. Y una
Asociación pro Colegio Secundario de Villa Ocampo, no oficializada aún, resulta
ser la entidad patrocinante, y convoca a una Asamblea para tratar el destacado
tema.
El 28 de diciembre de 1954, la Asociación Pro Colegio
Secundario de Villa Ocampo, de la que participan representantes de todas las
instituciones intermedias de la localidad y delegados de otras localidades
vecinas, se designa el Consejo Directivo de la Asociación Colegio Secundario de
Villa Ocampo, nombre que aún perdura y que se integra con ocho miembros
titulares, dos suplentes, un síndico titular y un síndico suplente. De
inmediato este Consejo Directivo inicia las gestiones ante autoridades
educacionales de la Nación para la creación de un Colegio Nacional con sede en
Villa Ocampo.
En 1958, el 16 de marzo, fecha histórica en la comunidad
local y aledaña, en un aula de la Escuela Provincial N° 470, cedida
precariamente por la Provincia, se inaugura el primer año del Ciclo Básico del
nuevo establecimiento. Su primer rector fue el Señor Édison Porcile. Esta
institución fue patrocinada por la Asociación Colegio Secundario y en sus
comienzos estuvo adscripta al Colegio Nacional de Bella Vista (Corrientes).
Su primer plantel directivo, docente y administrativo se
integró de la siguiente manera:
Director Sr, Édison Porcile
Secretario Sr, Aurelio Delssín
Preceptor Sr. José Emilio Díaz
Profesores Sr. Baldomero Arch
Sra. Alcira C. de Schlatter
Sra. Olinda B. de Corti
Sra. Norma L. Margitic
Sr. Héctor Gahn
Sr, Juan Carlos Ferrer
Sr. Ernesto Pérez
Sra. Matilde Pezz
Sra. Raquel Micheloud
Sra. María del Carmen S. de Porcile
Sra. Clotilde C. de Ferrer
Durante los primeros años los educadores trabajaron
ad-honorem.
El 29 de junio de
1959, el entonces Ministro de Educación de la Nación resuelve, por solicitud de
la entidad patrocinante, aceptar la denominación de “Instituto General
Manuel Obligado” para el mismo, denominación homónima del Departamento en
que se encuentra ubicado.
El 16 de marzo 1960 es inaugurado el edificio propio. “La
infraestructura edilicia pudo concretarse por la dedicación y constancia
puestas de manifiesto por el conjunto de la localidad local y zonal que, en la
medida de sus posibilidades, contribuyó para lograr la financiación de la obra.
Según datos aportados por la señora Rosa Roberts,
completando la frase anterior “por el conjunto de la población local”, este
contribuir de la ciudadanía consistió en que, las grandes empresas y otras no
tan grandes, de conformidad con el personal, retuvieron y donaron un día de
jornal como colaboración al emprendimiento. Casos citados, entre otros, Ingenio
Arno y Tiendas La Victoria. De conocerse otros, puedo mencionarlos.
El edificio cuenta en la actualidad con planta baja,
primero y segundos pisos, abarcando una superficie de 3800 m2. Su conservación
y mejoramiento depende exclusivamente de la entidad patrocinante, como así
también todo el material didáctico y bibliográfico necesario y por lo tanto
están sujetas a las posibilidades financieras de la misma. Además, y como en
las mismas plantas funcionan los tres niveles de enseñanza, se hace necesario
complementar las necesidades prioritarias de cada uno de ellos”
1961: Crea e incorpora la Escuela
Primaria como anexa al Instituto. La finalidad de esta escuela, reconocida por
la Enseñanza Privada de la Provincia, es funcionar como Departamento de
Aplicación para que los alumnos, maestros, realicen sus prácticas
pedagógicas.
Se concretó a solicitud de la asociación patrocinante en la
Escuela Primaria Particular N* 150 General Obligado, dependiente del Servicio
Provincial de Enseñanza Privada, comenzando sus actividades en marzo de 1961.
Por expediente N9 004143/a/961. Con el tiempo, al pasar a la Provincia pasa a
ser N° 1150.
1963: el 25 de julio, el Consejo
General de Educación autorizó su funcionamiento y el 25 de, Julio por Decreto
N* 06196 el Ministerio de Educación y Cultura de la Provincia, la declara
incorporada a la enseñanza oficial.
En sus inicios funcionó con sólo cuatro grados y, a partir
de las creaciones de cargos fue incorporando los restantes grados.
1965: Ante las acuciantes
necesidades de fondos para el mantenimiento del Instituto, la Asociación
Colegio Secundario decide la realización del Festival Departamental del
Folklore, el que, aparte de proporcionar el efectivo necesario, elevaría el
nivel cultural del pueblo y zona de influencia. El éxito lo instaló como una
celebración anual permanente, sito en el mes de noviembre de cada año, en
coincidencia con las celebraciones de aniversario de la fundación de Villa
Ocampo. Y ya es una institución cultural en el ambiente de la zona.
En noviembre se le concede a la escuela el beneficio de la
gratuidad, por el art. 17 de la Ley 5501.
1966: el 1° de noviembre es elevada
a escuela de segunda categoría.
1970: Se suspende la formación
docente de todos los institutos y escuelas dedicados a ese fin, y se prosigue desarrollando
las tareas de escuela diurna común.
1974: Se restablece el magisterio a
nivel terciario, volviendo así a cumplir con el fin para el que fuera creado.
1977: Inicia sus actividades el
Jardín de Infantes. No me fue proporcionado bajo qué número fuera creado. El
dato me fue brindado por el Señor Jorge Martínez, como ex alumno de la primera
promoción del mismo.
1993: se sumó la carrera de
Analistas de Sistemas de Computación.
1994: El Ministerio de Cultura y Educación
de la Provincia notificó al colegio que fue transferido a la jurisdicción
escolar de la provincia.
LAMENTO:
Hasta aquí llegan los datos que pude recabar.
Lamentablemente las páginas del Instituto no están actualizadas y no tengo
accesos a los archivos que pudieran existir. Una persona que trabajó en la fundación
de la Escuela 150, devenida luego a 1150, me prometió material. Si me llegan
los datos, con placer los daré a conocer. Del mismo modo, si exalumnos conocen
de datos fidedignos, me los agregan en los comentarios y volveré a publicar
este suelto con los agregados que me acerquen.
EPÍLOGO
Sí, tal vez sea mi adiós a ese pasado que añoro. Mi adiós a
la Plaza de las Palmas muerta en aras del progreso. El Rey a muerto, ¡Viva el
Rey!, La Plaza ha muero, bienvenido el progreso.
Tengo un defecto personal. De nacimiento, no por la edad, a
Dios gracias. La neurona que asocia los nombres con los rostros no me funciona,
salvo que a esa persona la vea muy seguido. Ese es el mecanismo en que se me
grava en la memoria. En la Plaza de Las Palmas fue la única vez que me funcionó
como debiese ser.
Estando en el Seminario, en Santa Fe, hube de concurrir al
Hospital Iturraspe. Subiendo las altas escalinatas de entrada me cruzo con una
persona, muy apuesta y de estilo militar o parecido. Sólo un vistazo a los ojos
y él continuó descendiendo y yo trepando, y nos perdimos de vista,
En los tiempos del cine parroquial, luego de la función de
la noche, regresaba a mi casa, cruzando la Plaza Las Palmas, oscura por la
noche y las palmeras, pero no eran tiempos terribles. Llegado al centro del
predio se me arrima un señor solicitando fuego.
-No fumo, le aclaré, pero siempre llevo fósforos, por las
dudas. Y, encendiendo uno se lo arrimé al cigarrillo que llevaba en la boca.
Nuestros rostros se iluminaron débilmente. De inmediato me dijo;
-Yo una vez lo vi a usted.
-Sí, fue mi pronta respuesta, En las escalinatas del
Hospital Iturraspe, de Santa Fe. Usted bajaba y yo trepaba para ingresar.
-Exacto, respondió. Usted debiese trabajar conmigo en la
Federal. Lo mío es perseguir personas buscadas. Remarcó la última palabra.
No me agradó, Eran tiempos de gobiernos militares “buscando
gente” … Fue la única vez en mi vida que, como se dice, la emboqué de una…Los
del Seminario estuvimos varias veces en alerta, en tiempos del enojo de la
Iglesia con Perón. Y, ante advertencias de arriesgados integrantes de la CGT,
avisados, debíamos disfrazarnos y correr a los campos vecinos a escondernos.
Las listas existían… ¿Me habría este hombre advertido en esa frase que yo
estaba en una?
Cierro mis ojos y evoco mis andanzas de niño en esos amados
pastizales, Pienso en cuántos amores nacieron y se acunaron en sus brazos. En
los paseos domingueros en sus tiempos de esplendor. Las retretas en los
atardeceres pueblerinos… Tiempos lejanos que no volverán, al igual que tantas
cosas que perdemos en la vida… ¡ADIOS, PLAZA DE LAS PALMAS!...
FUENTES:
ACADÉMICA- Historia de Villa Ocampo (Amón-Ra)
REVISTA DEL CENTENEARIO: Municipalidad de Villa Ocampo
Mis propios recuerdos,
PAGINA DEL COLEGIO.
Agradezco los datos aportados por la Señora Rosa Roberts y
Señor Jorge Martínez.
Manuel C, Mussín - Julio 2022 - Derechos Reservados