Esta semana se iniciaron las negociaciones entre el Gobierno y un puñado de compañías que monopolizan la venta de alimentos, de los cuales se espera un compromiso para mantener un listado de 1650 productos con precios congelados hasta fin de año. La discusión se da con apenas 47 empresas multinacionales que están en condiciones de nutrir esa canasta de productos de primera necesidad. El nivel de concentración en este segmento explica las abultadas ganancias que obtuvieron las empresas en un año y medio de pandemia, donde la economía se contrajo y los salarios alcanzan cada vez menos para adquirir la canasta básica de alimentos y artículos esenciales.
En la mayoría de los casos, existe una o dos firmas a cargo casi toda la oferta local. Lo mismo sucede con las cadenas de supermercados e hipermercados, donde apenas diez empresas acaparan hasta el 85 por ciento de las ventas por ese canal comercial a los hogares.
El secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, viene manteniendo reuniones con la cámara alimenticia y autoridades de las principales empresas productoras de bienes de consumo masivo para avanzar en el acuerdo que consolide una lista de 1650 productos a precio fijo por noventa días. "Hay 47 empresas que ofertan más de 10 productos cada una y tienen el 72 por ciento de la lista", anticipó Feletti, quien además denunció que "entre el 1 y el 18 de octubre, la canasta del supermercado aumentó 2,2 por ciento, con productos que registraron aumentos de entre 10 al 25 por ciento”.
En medio de la segunda ola de contagios de COVID-19, con una economía que comienza recién a recuperar sus niveles de consumo pre pandemia, y cuatro de cada diez hogares alimentándose en comedores comunitarios, las principales empresas alimenticias registran ganancias extraordinarias. Las prácticas monopólicas se exhiben principalmente en bienes de almacén, lácteos, panificados, congelados, bebidas, artículos de limpieza, higiene, cuidado personal y perfumerías, entre otros; rubros representativos del consumo cotidiano de todas las familias argentinas.
Los dueños de la comida
En los principales rubros alimenticios existen un máximo de hasta tres oferentes por cada rubro y, en la mayoría de los casos, las empresas se repiten. En el rubro aceites solo tres empresas concentran el 90,5 por ciento de la facturación y el 90,6 por ciento del volumen. Se trata de Aceitera General Deheza, Molinos Cañuelas y Molinos Río de la Plata. En el segmento de gaseosas, el 98,3 por ciento de la facturación se la reparten Pepsico y Coca Cola. En aguas y aguas saborizadas se suma a estas dos ADA, y entre las tres (junto a Pepsico y Coca Cola) concentran el 89,6 por ciento del mercado.
En azúcar existen tres ingenios que acaparan el 85 por ciento de la facturación: Ingenio El Tabacal, Ledesma y Valpafe. En caldos, el 90,6 por ciento es solo de Unilever, que es multinacional. Lo mismo sucede con los desodorantes, donde Unilever factura el 84,5 por ciento de las ventas totales del rubro. En jabón en polvo, esta misma compañía se hace cargo del 82,7 por ciento del volumen de ventas. En cerveza, Quilmes y CCU Argentina suman el 98,2 por ciento de la facturación. En cremas dentales, solo Colgate Palmolive concentra el 84,7 por ciento de las ventas.
En embutidos, Swift tiene el 83% de las ventas y el 17% restante está en manos directamente de los supermercados. En fideos, Molinos Rio de la Plata tiene el 79,4% con cinco marcas: Manera, Mattarazzo, Luchetti, Don Vicente y Favorita. En harinas, la misma empresa junto a Molinos Cañuelas detenta el 82,1 por ciento de las ventas. En jugos en polvo, dos empresas, Arcor y Mondelez, venden el 100 por ciento. En yogures, Danone acapara el 80 por ciento del mercado y en leches, Mastellone vende el 69,5 por ciento.