En Jesús María (Córdoba), las dos jóvenes
dieron a luz con 45 minutos de diferencia. Las dos primitas también son muy
parecidas. Fue por cesárea, pero ninguna estaba programada. Ambas chicas
necesitan mucha ayuda para transitar una maternidad digna.
NACIMIENTO DE GEMELAS
El 23 de noviembre de 1999
dejó su marca imborrable en la vida de la familia Nieva: ese día nacieron las
gemelas María Florencia y María Belén. Pero el 30 de junio de este año sumaron
otro hito aún más singular: ambas dieron a luz a sus primogénitas, Aylín y
Valentina, el mismo día y con menos de una hora de diferencia.
HERMANAS IDÉNTICAS
Las hermanas son idénticas,
y el parecido ahora entre las dos flamantes primitas es notable. En el hospital
de Jesús María, la noticia revolucionó al plantel médico y de enfermeras.
DOS CESÁREAS, NINGUNA DE
ELLAS PROGRAMADA
Mientras se preparaban las
salas de cirugía para las cesáreas, no paraban de sacarles fotos con los
teléfonos móviles y, al mismo tiempo, aconsejaban a las mamás, primerizas y aún
adolescentes. “Nos trataron muy bien, nos daban consejos, que estuviésemos tranquilas,
que todo iba a salir bien”, relató Florencia sobre la atención en el hospital.
VALENTINA Y AYLÍN
A las 20.45 nació Valentina
con 3,8 kilos. Belén salió del quirófano y, de inmediato, ingresó Florencia
para alumbrar a las 21.30 a Aylín, con sus rozagantes 4,5 kilos.
El abuelo de las pequeñas y
unas tías abuela estuvieron en la sala de espera porque, aunque cursaron
embarazos casi en simultáneo, no tenían idea de que la fecha de alumbramiento
iba a ser el mismo día.
De las gemelas, Florencia es
la más extrovertida, la que se anima a contar más de lo que viven desde hace 20
días. No estaba en sus planes tener que hablar para periodistas y posar para
fotos y cámaras contando su historia.
Belén, más callada, no duda
en amamantar a su beba cuando esta la requiere con un gritito demandante.
SER MAMÁ ADOLESCENTE
Aunque la llegada de las
pequeñas es motivo de enorme alegría, también lo es de preocupación. Las
flamantes mamás tienen 16 años, otros cinco hermanos menores, y viven en una
casa que no tiene luz porque el servicio les fue cortado tras adeudar tres
boletas consecutivas.
Javier, el padre de las
gemelas, no tiene un trabajo fijo, vive principalmente de changas y cría a sus
siete hijos –y ahora sumará a sus dos nietas– como padre soltero. El cuadro
social es el de una familia vulnerable en lo social, económico y habitacional.
LA TÍA DE ORO
Por suerte, tienen una tía
“de oro”, Margarita. Ella recibió a las mellizas y a sus bebas en su casa hasta
tanto puedan volver a su hogar, cuando afloje el frío. “Les dije que no era
posible que se quedaran allá, más lejos del hospital, con la necesidad de estar
cerca de todo por si les pasa algo”, señaló Margarita. La casa de los Nieva
está en barrio Sierras Parques, el más alejado de la zona céntrica.
SIN PAREJA
Las gemelas terminaron la primaria
y abandonaron la escuela a poco de iniciar el secundario. Ninguna de las dos
está en pareja.
Cuenta que el papá de
Valentina se quiso hacer cargo de la paternidad y ofreció a Belén irse a vivir
juntos, pero la adolescente no está convencida. Florencia, en cambio, no suelta
prenda respecto de quién es el padre de Aylín. Quiere trabajar, pero también
tiene que criar a su hija y en ese intríngulis de necesidades y de carencias
pendula la llegada y el futuro de las dos bebas.
Fuente: La Voz