La frase poco científica, es
al solo efecto de "animus jocandi" (del latín "espíritu de
broma") en respuesta a las "naderías" provenientes de los
funcionarios de Medio Ambiente, que deberían pedirnos disculpas por lo
manifestado sobre la mortandad de peces, y que los mediocres de la
incomunicación repican como una verdad absoluta.
Por
Graciela Vizcay Gomez
En las aguas santafesinas,
chaqueñas y correntinas el olor nauseabundo de los peces muertos es
insoportable. Pero más fétido es oír a los improvisados hablando de las
"altas temperaturas" si es verano, y cuando hace frío los peces
mueren por las "bajas temperaturas". La estación del año no importa,
la respuesta siempre es la misma, pero los sapos y ranas también mueren, sobre
ello no hubo ninguna mención.
NUNCA
SE SABRÁ SOBRE LO QUE EN RALIDAD PASÓ
Nunca sabremos los
resultados tomados de las muestras de agua y peces. Año tras año, la culpa la
tiene la temperatura, nunca los agrotóxicos, a sabiendas que el río Paraná es
un reservorio de biocidas, a lo largo y a lo ancho de su cauce.
Los enviados por el gobierno
santafesino, a tomar muestras del agua,
nunca regresan con las conclusiones. Esto es así siempre, en más de dos décadas
de mi lucha contra los agrotóxicos. Las mismas respuestas, las mismas mentiras,
la misma gente.
LA
MISMA MENTIRA, SIEMPRE
Ninguno de los
funcionarios asoció la mortandad de
peces con la noticia del 18 de enero de 2018, del medio paraguayo
"Paraguay Fluvial", que advierte :
"Yacyretá
abre compuertas ante crecida del río Paraná, hay alerta de inundaciones"
Los peces están muertos
desde más de una semana, fueron arrastrados por la corriente muchos de ellos, y
el olor putrefacto es inaguantable.
LOS
VIDEOS DE VILLA OCAMPO, TACUARENDÍ Y LAS TOSCAS
Los videos y audios de los
baqueanos de Villa Ocampo, Tacuarendí, y las Toscas -pueblos de la provincia de
Santa Fe- son similares a los datos de Corrientes y Chaco, que me fueron
enviados por el activista Oscar Brasca, desde La Criolla. Según otros
informantes del norte santafesino, la apertura de las compuertas arrastró los
centenares de peces muertos que el agua desplaza desde cultivos de Brasil
regados con agrotóxicos, que en Yaciretá
se vieron obligados a abrir las compuertas y dispersados a los cursos de agua
de Argentina.
Las lluvias sirven de lavado
de todas las fumigaciones sobre los campos que buscan por escorrentía un curso
de agua. Ni es el calor, ni en invierno es el frío. No es falta de oxígeno. Todos
sabemos de la contaminación del río Paraná, desconocer la gravedad, y no alertar a la gente ante el consumo de
peces es un delito penal de incumplimiento de deberes de funcionario público.
Es omitir desde los
organismos de salud pública de informar a la población sobre el peligro de
bañarse en las playas contaminadas, beber el agua de consumo humano proveniente
de los mismos cursos, y comer las piezas de peces que podrían estar
contaminados.
NO
SE ESTUDIA LA GRASA DE LOS PECES EN BUSCA DE AGROTÓXICOS
Tomar solo muestras de agua,
sin estudiar la grasa de los peces muertos en búsqueda de agrotóxicos que se
acumula en esos lípidos, es una omisión dolosa de los funcionarios. Nadie en su
sano juicio puede creer los argumentos esgrimidos en todos los medios que mal
informan sobre el fenómeno.
TRATAN
DE IDIOTAS A LA GENTE
Tratan de idiotas al
público, la soberbia ante la incapacidad y la ineptitud para el cargo es
obscena. Lo mismo sucede con los cupos de caza para turistas en las arroceras,
actividad cinegética, que tampoco es controlada, en Santa Fe, porque los dueños
de los campos contratan en dólares con los turistas de forma particular, sin
importarles el daño que causan al final de la cadena del cereal, para consumo
humano, y del peligro del plomo que queda en las aves abandonadas y que pasa al
arroz.
Desde hace décadas alertamos
sobre la contaminación de las aguas de la provincia de Santa Fe. La falta real
de oxígeno está en los organismos, que deberían velar por la salud de la
población, y es falta de oxígeno ver pasar los distintos gobiernos socialistas
pero el subsecretario de Recursos
Naturales de Santa Fe, Alejandro Larriera, está pegado al trono desde su puesta
en funciones por el entonces gobernador
Jorge Obeid, en el año 2006.
Hace once años entre idas y
venidas que se escucha su perorata y soportamos la burla desde esa cartera, en
radios santafesinas cuando un joven de Reconquista salvó a un oso hormiguero de
la muerte y fue injustamente acusado de un delito inexistente por salvar la
vida del animal trasladándolo a un zoológico en Chaco.
LA
RISA DE LOS FUNCIONARIOS
Recuerdo la risa de esos
funcionarios, en una radio, acusándolo de ignorante y retirándole la credencial
de guardafaunas honorario al activista, para luego, con el diario El Litoral, panfleto a su
servicio, liberaron al oso en su hábitat y lo encontraron muerto a los pocos días
en el mismo lugar.
LA
FALTA DE OXÍGENO ES EN EL CEREBRO DE LOS FUNCIONARIOS.
Fue un salvataje a la medida
de los ineptos, que terminó de la peor forma. Esa falta de oxígeno pero en los
funcionarios, demuestra que los cargos en ésa área matan la confianza del
ciudadano, que ve año tras año, la perpetuidad en los cargos y la inacción en
temas que realmente importan.
En Santa fe el Medio
Ambiente no le importa a nadie, es por eso que estos cargos solo le sirven al
área de producción, más soja, más venenos, más víctimas, menos diversidad.
Como siempre digo y lo
reafirmo desde hace diez años :"Santa Fe es tierra de nadie en Medio
Ambiente" y la noticia de los peces, es solo otro capítulo para olvidar,
porque da vergüenza ajena tanto el tratamiento de los medios, como la respuesta
inverosímil de los personajes que cobran por hacer nada a favor de la
biodiversidad toda.
Zero
Biocidas - Graciela Vizcay Gomez