Un hombre no viola a una
mujer en la calle así como así. Saben que es inapropiado, así que lo hacen en
secreto, lejos de los ojos de los demás.
LA
VIOLACIÓN NO ES UN ACTO SEXUAL, ES UNA AGRESIÓN
La violación no es un acto
sexual. La violación es una agresión, está relacionada con la voluntad de
ganar. Trata de hacerse con el control de un objeto -la mujer se convierte en
un objeto-, trata del poder. Y puede haber gente que obtenga placer de ello.
LA
VIOLACIÓN NO ES EL ÚNICO TIPO DE AGRESIÓN PARA LAS MUJERES
La violación se ve como el
comportamiento más grave, es cierto, pero no es el único tipo de agresión que
cometen los hombres. Cuando la violencia psicológica, la violencia física, la
violencia financiera, la falta de respeto de los derechos de la mujer, y la
discriminación se permiten y normalizan, entonces también ocurren violaciones.
¿Influye
la educación en la infancia de un violador sobre los actos que comete cuando es
adulto?
Los niños son educados de
acuerdo a los valores masculinos dominantes en su cultura.
La mujer es preparada para
tratar a su marido de forma distinta y para obedecer a su orden autoritario. Así
que ella reproduce ese comportamiento con su hijo y su hija. Sabemos que las
chicas cuyas madres sufrieron violencia en casa tienden a experimentar más
violencia en sus matrimonios o en sus parejas.
Los hombres cuyas madres son
golpeadas por sus padres tienen una tendencia mayor a ser agresivos en sus
propias relaciones.
Los niños y las niñas se
definen en la sociedad por la forma en que sus madres son tratadas por sus
padres, como individuos secundarios. Se ven tendencias similares en todo el
mundo. Pero una cuestión distinta es cuando se trata de combatirlo. Las mujeres
reciben, en general, menos educación que
los hombres.
¿Cómo
lidiarías tú con un hombre que admita tener tendencias de este tipo y que
busque ayuda?
Nadie cambia si no admite
que sus actos son erróneos y se responsabiliza de ellos. Si le descubren y
luego declara que no fue su intención hacerlo, esto no hará que cambie de
comportamiento.
El número de hombres que
detectan este tipo de tendencias en sí mismos y buscan ayuda antes de que los
descubran es muy pequeño.
El camino debe ser
rehabilitar a estos hombres que cometen delitos sexuales mientras cumplen sus
sentencias. Esto no pasa en argentina ni en toda latinoamérica. Todo el mundo
tiene derecho a recibir un tratamiento y rehabilitarse.
Hay varios programas de
rehabilitación que tratan a los delincuentes sexuales en el mundo y se ve que
el riesgo de que vuelvan a delinquir es mucho menor que el de aquellos que no
reciben ningún tipo de ayuda cuando están en prisión. Estos programas de
rehabilitación son especialmente beneficiosos para los adolescentes que cometen
delitos sexuales.
Hay
gente que pide castrar a los delincuentes sexuales y volver a instalar la pena
de muerte.
La pena de muerte no es
humanitaria. Sabemos muy bien que en Estados Unidos, la tasa criminal no es más
baja en los estados en los que está instaurada la pena de muerte.
No son medidas disuasorias.
Se trata de personas en posiciones de poder que intentan silenciar a las masas.
Escuchamos este tipo de retórica cada vez que hay una violación que tiene
repercusión pública.
No se trata de hablar de
venganza. Queremos que nuestra sociedad esté lo más libre posible de abusos
sexuales y violaciones.
¿Qué
podría hacer una mujer que haya sido asaltada sexualmente, de cualquier edad,
si se atreve a contarlo?
En las sociedades o culturas
en las que la sexualidad se ve como un tabú y se condenan las relaciones
sexuales antes del matrimonio, las agresiones sexuales casi nunca se denuncian.
Los violadores saben esto
bien, y pueden amenazar a las mujeres con que contarán a su familia lo
sucedido. Esto les permite seguir cometiendo el delito. Incluso, estos hombres
pueden chantajear a estas mujeres y contárselo a sus amigos para que sucedan
nuevos abusos en el futuro. Las mujeres que han sufrido una violación pueden
seguir el camino legal y pedir ayuda psicológica y social. Pueden hablar con
sus amigos más cercanos y de más confianza.
El camino para curarse y
superar el abuso sexual o el asalto no pasa, de ninguna manera, por permanecer
en silencio. Las agresiones sexuales pueden provocar problemas físicos,
enfermedades de transmisión sexual y embarazos. Así que es crucial que la mujer
que ha sufrido una violación sea sometida a un examen rápidamente y se tomen
las medidas necesarias.
Puede haber problemas al
corto y al largo plazo y deben atenderse durante un tiempo después del asalto.
Idealmente, lo mejor sería tener centros para tratar estos asaltos donde se
pueda dar la ayuda necesaria, en un mismo sitio, y sin tener que esperar.
Además, la pareja de una
mujer asaltada sexualmente es probable que también sufra consecuencias, así que
él también debería recibir apoyo psicológico y social.
Fuente: BBC