ALLANAMIENTO
Cinco personas fueron
detenidas al término de 14 allanamientos realizados en la villa porteña
1-11-14, en el barrio Bajo Flores, en el marco de una causa que investiga el
Juzgado Federal Nº 12 a cargo de Sergio Torres con la asistencia de la
Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar).
Los procedimientos fueron
autorizados por el juzgado luego de que los representantes del Ministerio
Público Fiscal, Diego Iglesias y Juan Pedro Zoni, formalizaran una
investigación preliminar en la que surgió información que evidenciaba la
continuidad de la actividad delictiva desplegada por la organización
narcocriminal liderada por Marco Estrada Gonzáles y su hermano Fernando Estrada
Gonzáles, quien se encuentra prófugo.
LA
INVESTIGACIÓN
La investigación se había
iniciado en la Procunar al conocerse la presencia de marcadores en distintos
puntos de la villa que alertaban sobre la presencia de integrantes de las
fuerzas de seguridad en tareas de patrullaje en el interior del populoso
asentamiento que se erige a metros del estadio de San Lorenzo de Almagro. Así,
el Departamento Unidad Federal de Investigaciones Especiales de la Policía
Federal pudo comprobar que estas personas se encontraban custodiando la venta
que la organización narcocriminal desarrollaba sobre una de las calles del
barrio, lugar al que se había desplazado la actividad ilícita luego de los
últimos allanamientos concretados en junio por orden del juez federal.
270
KG DE MARIHUANA Y 10 KG DE COCAÍNA.
Los fiscales formalizaron la
investigación preliminar y le pidieron al juez la realización de registros
domiciliarios en casas que la banda utilizaba para almacenar la droga y el
producido de las ventas. Los procedimientos arrojaron como resultado la
detención de cinco integrantes de la banda y el secuestro de 270 kilos de
marihuana, 10 kilos de cocaína, 4 armas de fuego, teléfonos celulares, elementos
de corte y fraccionamiento. También se halló a dos personas que tenían vigente
órdenes de expulsión del país por sus actividades ilegales.
OPERATIVO
CINTURÓN SUR
Los fiscales federales
habían impulsado el jueves la acción penal de una investigación preliminar
iniciada por la Procunar. En el escrito, Iglesias y Zoni explicaron que esa
pesquisa nació a raíz de un oficio remitido por el Jefe de la Unidad de
Investigaciones y Procedimientos Judiciales "Operativo Cinturón Sur"
de Gendarmería Nacional donde se ponía de manifiesto la posible comisión de un
delito previsto en la ley de drogas.
En ese marco, la Fiscalía
detectó que la ubicación de la mayoría de los puntos en los que habitualmente
se desarrollaba la venta "se desplazó en virtud de la actividad
jurisdiccional, especialmente a la calle Bolívar, entre la avenida Riestra y la
calle Savigny, en inmediaciones de las manzanas 20, 23, 24 y 25" de la
villa, al igual que en cercanías "de la iglesia San Antonio y en el punto
habitualmente conocido como el "Córner de Lalo".
Junto con la formalización
de la investigación y el pedido de que sea acumulada a la causa en que se venía
investigando a esta banda, Iglesias y Zoni requirieron la realización de
medidas de prueba "con el objeto de desentrañar los reales alcances de los
aspectos que conforman el objeto procesal de este expediente" y poder
"identificar fehacientemente y detener a quienes mantienen el poder de la
organización narcocriminal en el interior del asentamiento, en tanto son
sabidos sus efectos respecto de los vecinos de la zona, la violencia empleada
para mantener el control del territorio y la magnitud de las actividades
ilícitas".
SIN
OBASTÁCULOS
"Conforme surge de las
tareas desplegadas y la información obtenida por la Procunar se logró
corroborar la continuidad en el tiempo de la organización narcocriminal
liderada por Marco Antonio Estrada Gonzáles, Silvana Alejandra Salazar y
Fernando Estrada "Pity" Gonzáles enquistada en el interior de la
villa 1-11-14 con dominio territorial de espacios específicos (hoy mudados a
otros sectores de aquel barrio), y relacionada con distintas actividades de
corte delictivo, especialmente con el tráfico ilícito de sustancias
estupefacientes, su comercialización y el acopio de armas de fuego y
municiones", indicaron los fiscales.
La actividad de la poderosa
banda viene siendo investigada en la causa 11.882/10 en la que ya se ha
condenado a más de cincuenta personas, motivo por el que pidieron la
acumulación de este nuevo expediente.
En ese sentido, remarcaron
"las distintas condenas recaídas contra muchos de los miembros de esta
organización, los sucesivos procedimientos judiciales (allanamientos,
secuestros, etc.), e incluso estando al día de la fecha privados de su
libertad".
Las detenciones de Gonzáles,
Salazar, Lily Lucila Enríquez Alarcón y en el exterior "Pity" Estrada
Gonzáles "no han sido motivos suficientes como para lograr culminar con
las diferentes actividades ilícitas que estos venían llevando adelante",
señalaron finalmente los investigadores.
MARCO
ESTRADA GONZALES: UN NARCO PESADÍSIMO
Marco Antonio Estrada
Gonzáles llegó a la Argentina ilegalmente en 1997. Por esos días, Julio
Chamorro Revollar controlaba la venta de droga en la villa 1-11-14 tras
asesinar al paraguayo Julio Valderrama.
Dos años después, el 12 de
febrero de 1999, Marco y dos ex compañeros en el grupo terrorista peruano Sendero
Luminoso -los hermanos Ramos Mariños, Alionzo "Ruti" Rutillo e Isidio
"Meteoro" Teobaldo- mataron a Revollar y a dos de sus guardaespaldas
mientas jugaban al fútbol en la "Canchita de los paraguayos". Así
inició su reinado.
Los tres cayeron presos
en 2001 por narcotráfico. A Marco lo condenaron a 3 años y medio de prisión en
2004 y fue quedó en libertad al poco tiempo. Entonces traicionó a sus socios y
forzó el exilio de los hermanos Ramos Mariños a la villa 31 bis de Retiro. La
jugada derivó en una guerra que se cobró 20 vidas.
El episodio más sangriento
ocurrió el 29 de octubre de 2005 en la 1-11-14 durante una procesión del Señor
de los Milagros. Ese día, los hermanos Ramos Mariños y sus sicarios dispararon
a mansalva contra los peregrinos y mataron a cinco personas, entre ellas un bebé.
"Ruti" se entregó cuatro meses después y fue condenado a 18 años de
prisión. En abril de 2006, "Meteoro" fue asesinado. Fue el final de
la guerra.
JEFE
SUPREMO
Así Marco se convirtió en el
jefe supremo de la villa 1-11-14 e instaló 10 cocinas de cocaína custodiadas
por 300 soldados. En la organización trabajaba su esposa, su suegra, hermanos,
primos y sobrinos. A tal punto que algunos consideran que el hombre es la ley,
la Justicia y el Estado dentro de la villa. Todo lo decide él. Desde cuestiones
nimias hasta complejas. Desde los crímenes más feroces hasta la solución
económica de cientos de habitantes a los que les costea viajes a Perú para que
visiten a sus familiares.
El 6 de mayo de 2007, el
juez federal Jorge Ballestero ordenó un operativo en la villa donde Marco vivía
en un departamento de tres pisos. "Cuando los gendarmes se fueron hubo
festejos en la villa por 48 horas (se escucharon disparos durante más de 12
horas), no sólo porque Marco y sus generales escaparon, sino porque había entre
150 y 200 kilos de cocaína pura debidamente escondidos que no pudieron ser
hallados.
Ese día cayó presa la suegra
de Marco, Lili Lucila Enríquez Alarcón, "Doña Lili" y su esposa,
Silvina Alejandra Salazar, condenada a 8 años de prisión en un juicio abreviado.
Dos días después del
operativo Marco robó un avión en la ciudad bonaerense de Saladillo y escapó. La
policía lo encontró seis meses más tarde en la ciudad de Lambaré (Paraguay).
Estaba solo y desarmado.
En octubre del año
siguiente fue extraditado a la Argentina y aquí fue absuelto por la masacre de
la "Canchita de los paraguayos". También logró que dos causas por
narcotráfico en su contra se resolvieran en juicios abreviados y una condena
unificada de 10 años. Iba a quedar libre en julio de 2014, cuando se cumplieran
dos tercios de su pena, pero salió cinco meses antes.
Mientras estuvo preso, en un
allanamiento a su celda en la cárcel de Devoto se encontraron 12 celulares y
comprobaron que seguía manejando el negocio desde prisión. Uno de esos móviles
era uno de los dos teléfonos satelitales que había en el país. La última
condena la recibió en 2013 a 10 años de prisión.
En Lima aseguran que Marco
paga unos 20 millones de pesos al mes en coimas, pero sus cocinas de cocaína
tienen capacidad para producir hasta 12 kilos de droga con un 93% de pureza por
día, que se venden a unos 12 mil dólares cada uno en el mercado negro.
Fuente:
La Capital.