El 17 de octubre de 1945
marcó la historia del pueblo argentino, en especial de los seguidores de Juan
Domingo Perón. Sus efectos políticos y sus realizaciones aún perduran, pues
muchos señalan a la fecha como el nacimiento del peronismo.
HACIENDO
MEMORIA
Por aquellos años, el
presidente, general Edelmiro Farrell nombró al coronel Juan Domingo Perón
secretario de Trabajo y Previsión, ministro de Guerra y Vicepresidente de la
Nación, cargos en los que desempeñó una intensa actividad.
Perón como secretario de
Trabajo y Previsión se ganó la lealtad
de los obreros, a través de importantes medidas, como numerosos aumentos de
salarios, y proyectos que poco después se concretarían, como la Justicia de Trabajo
o el pago de las vacaciones y el aguinaldo, lo cual tuvo como resultado las movilizaciones populares que se produjeron el
17 de octubre de 1945.
Según algunos historiadores,
el sindicalismo argentino -hasta entonces desanimado por las propuestas de lucha
de comunistas y socialistas- se aproximó a las soluciones reales y concretas
que les ofrecía Perón.
Pero el 8 de octubre de
1945, el general Avalos pidió a Farrell que destituyese a Perón, quien fue
detenido y llevado a la isla Martín García, y luego al Hospital Militar.
Disconformes con la medida, amplios sectores populares marcharon a Plaza de
Mayo y reclamaron la libertad de su líder.
EL
17 DE OCTUBRE
Desde las primeras horas de
la mañana del 17, comenzaron a llegar columnas de manifestantes con banderas y
pancartas a la Plaza de Mayo que venían desde Avellaneda, Lanús, Banfield,
Quilmes, San Martín.
Una multitud de trabajadores
se movilizaba hace 70 años a Plaza de Mayo para reclamar la liberación del
coronel Juan Domingo Perón, el hombre que ese 17 de octubre de 1945 se
convertiría en líder indiscutido del movimiento político que haría posible que
los sectores populares conquistaran derechos sociales y condiciones de
ciudadanía.
Los manifestantes se
convertirían en todo un símbolo de un movimiento nacional y popular, para
algunos estudiosos el más importante de
Argentina: El Peronismo.
EL
FRAUDE Y EL FIN DE LA DÉCADA INFAME
Dos años antes de este hecho
de masas, que marcó una divisoria de aguas en la historia argentina del siglo
XX: un golpe de Estado encabezado por el general Arturo Rawson puso fin el 4 de
junio de 1943, al gobierno de Ramón Castillo, surgido del fraude electoral.
De esta forma, se ponía fin
a la Década Infame, un período inaugurado en 1930 tras, la asonada militar que
despojó del poder a Hipólito Yrigoyen, y que instauró una continuidad de
gobiernos de fachada democrática que se legitimaban mediante elecciones
fraudulentas.
Al iniciarse el gobierno
militar de Rawson, el movimiento obrero se encontraba dividido en cuatro
centrales sindicales (CGT N°1, CGT N°2, FORA y USA), y una de las primeras
medidas fue intervenir los sindicatos.
CONTACTOS
CON EL EJÉRCITO
Ante esta situación, los
dirigentes de la CGT N° 2, cuya personería había sido suspendida por el
gobierno, iniciaron contactos con jóvenes oficiales del Ejército, entre los
cuales estaban los coroneles Perón y Domingo Mercante, con el propósito de
impulsar la sanción de un conjunto de leyes sociales.
CREA
LA SECRETARÍA DE TRABAJO
Perón decide impulsar la
creación del Departamento de Trabajo, organismo que comienza a gestionar la
relación del gobierno con los gremios y que en diciembre de 1943 alcanza el
rango de Secretaría.
Desde esa dependencia, Perón
impulsa la creación de tribunales de trabajo, la indemnización por despido el
Estatuto del Peón Rural y el de los periodistas.
En 1944, se sancionan 123
convenios colectivos de trabajo y al año siguiente otros 347, los cuales
alcanzaban a más de dos millones de trabajadores.
La gestión de Perón genera
el apoyo de los gremios, que comienzan a respaldar su posible candidatura
presidencial, lo que genera recelos entre la oficialidad del Ejército que
ocupaba el Gobierno.
LOS
SECTORES CONSERVADORES DEL EJÉRCITO DETIENEN A PERÓN
El malestar hacia la figura
del ascendente coronel crece y a principios de octubre, el ministro de Guerra,
el general Eduardo Avalos, cabeza de los sectores conservadores del Ejército,
plantean la detención de Perón, la entrega del Ejecutivo a la Corte Suprema y
la convocatoria a elecciones.
Presionado por esos sectores,
el presidente Edelmiro Farrell ordena el 12 de octubre de 1945 la detención de
Perón y su traslado a la isla Martín García.
RECHAZO
DE LOS SINDICATOS
Tres días después de la
detención, el gremio azucarero de FOTIA se declara en huelga para reclamar su
liberación, y un día después, los obreros de la carne de Berisso y Ensenada se
adhieren de forma masiva a la protesta.
Las acciones de protesta se
multiplican en fábricas y talleres de Avellaneda, Lanús, Valentín Alsina y los
barrios obreros de Rosario.
La CGT, unificada desde
1944, exige que “se mantengan las
conquistas” tras la realización de un plenario en el que se convoca a una
huelga general para el 18 de octubre, pero sin nombrar a Perón.
NACE
EL 17 DE OCTUBRE
Sin embargo, los hechos se
precipitan: Perón acusa un malestar y es trasladado al Hospital Militar en el
barrio de Belgrano, donde arriba el 17 por la madrugada.
En las primeras horas de esa
calurosa jornada de miércoles, los sindicatos, ante la presión de las bases,
comienzan a movilizarse para exigir la liberación de Perón.
El gremialista de la carne
Cipriano Reyes organiza en el cordón de La Plata las primeras columnas de
manifestantes que avanzan hacia Plaza de Mayo.
LEVANTAN
LOS PUENTES PERO LOS OBREROS LO CRUZAN A NADO
Ante el avance de los
trabajadores que venían desde la zona Sur del Conurbano, la Policía resuelve
levantar los puentes sobre el Riachuelo, pero la gente cruza en balsas y a
nado.
La multitud era imparable y
en las primeras horas de la tarde colmó por completo la Plaza de Mayo, donde
los manifestantes se refrescaron los pies en un fuente con tal de mitigar el
efecto del calor.
Esa imagen horrorizó a la
prensa tradicional, que no tardó en hablar de “aluvión zoológico” a la hora de estigmatizar a esos trabajadores
movilizados para defender sus derechos.
Aunque varios mandos del
Ejército lo solicitaban, el Gobierno se niega a reprimir y envía emisarios al
Hospital Militar con el objetivo de pactar una salida con Perón, mientras
comenzaba a caer el sol.
Se acuerda el pase a retiro
de Avalos, la renuncia del gabinete y la convocatoria a elecciones generales
para los primeros meses de 1946.
Pasadas las 23, desde el
balcón de la Casa Rosada, Perón habla a la multitud, y en un hecho que inaugura
la liturgia de su movimiento, pide la desmovilización “en paz”.
EVITA
Cinco días más tarde, Perón
se casaba con Evita y su amigo Mercante (gobernador de Buenos Aires entre 1946
y 1952) asumía la conducción de la Secretaría de Trabajo y Previsión.
El 24 de febrero, Perón se
presenta como candidato a presidente y gana con el 54% de los votos, en el
marco de una campaña caracterizada por el lema “Braden o Perón”, en alusión al embajador de Estados Unidos,
Spruille Braden, que se pronunció fuertemente en favor de la Unión Democrática,
contrincante en la elección.
EL
DÍA DE LA LEALTAD
El 17 de octubre pasaría ser
conocido como el "Día de la Lealtad" en la tradición peronista, pero
sin dudas lo más trascendente de esa jornada fue la incorporación de la clase
trabajadora como factor de poder de un movimiento que durante más de una década
garantizaría derechos a los más pobres.